El puente original se construyó entre 1534 y 1589.

Se creó para comunicar el Convento de San Pablo con el resto de la ciudad.

Durante los siglos XVIII y XIX, el antiguo puente sufrió varios problemas de desprendimientos.

En 1895, fue derrumbado completamente mediante explosión de barrenos.

El puente actual fue diseñado de José María Fuster y fue construido por Georges Bartle.

Se inauguró en 1903: está hecho de hierro y madera y tiene una altura de 60 metros.